martes, 12 de marzo de 2013

Rumba de "Los Curas de Pueblo" (2000)

No sé si sabéis que entre los Actos Mundiales Oficiales de Entretenimiento para la Tercera Edad hay uno realmente curioso en el que un grupo de viejos solteros disfrazados con faldas y a lo loco, se encierran en una lujosa habitación y, bajo la mirada de una de las mayores obras de arte realizada por Miguel Ángel, deciden quién será el próximo jefe supremo de su arcaica empresa divina. Gracias al carácter carca y gruñón que da la edad, consiguen encerrarse en sus propias ideas absolutas para alargar las discusiones una eternidad y dilatar el espectacular circo que montan hasta saciar su ego.

Al final, motivados quizás por el cansancio lógico y los achaques de la edad, deciden ceder un poco y votar de forma clara y transparente, quemando las papeletas después para terminar por todo lo alto con una fumata blanca.

No sé vosotros, pero así es como veo yo este extraño ritual humano que pretende ser divino y en el que, con su peculiar hipocresía de predicar la pobreza desde tronos de oro, infringen la mayoría de sus propias leyes divinas con la violación reiterada de los pecados capitales. Y para que os aclaréis con estos pecados, os dejo esta mítica rumba de la chirigota de "Los fantasmas" que más tarde desembocarían en los actuales Guatifó.

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