En el año 2005, José Manuel Sánchez Reyes y el Carapalo aunaron sus fuerzas para escribirle a una genial chirigota dirigida por el mítico Petra sobre melodías de Juan Carlos Aragón. Este combo casi perfecto alcanzó la final y quedó en una digna quinta posición en un año donde a la final pasaron seis chirigotas y ninguna era mala. Pero este pasodoble que os traigo hoy es algo atípico, ya que fue escrito por Juan Carlos Aragón y no llegó a ser cantado en el Gran Teatro Falla de Cádiz, pero si ha sido incluido en diversas Antologías de este.
Es un pasodoble de esos de Juan Carlos que, aparte de cogerte un pellizco en el corazón y apretarlo para que te salga la pasión, hace trabajar al cerebro para que este busque una libre interpretación, y eso me encanta porque últimamente lo normal es que las agrupaciones escupan letras fáciles y ya mascadas para que las digieras sin problema ninguno... lo que suele llevar a esos versos a caer en el más profundo olvido después de un par de primeras escuchas.
Mi interpretación sobre esta copla es la siguiente: habla de la lucha obrera, de las manifestaciones llenas de ingenuos que quiere cambiar el mundo, algo que, parafraseando a don Quijote, no es locura ni utopía, sino justicia. Esta copla, para mi, habla de sobrevivir a la desilusión que provoca a los soldados esta eterna y lenta guerra cuyos frutos no son instantáneos y que, aunque muchas veces nos entren ganas de abandonar y mandarlo todo a la mierda... decidme ¿de qué vale vivir sin la ilusión y la esperanza de conseguir un mundo mejor, justo y libre?
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