Pasodoble de "Las Viudas de los Bisabuelos de los Viejos del 55" (1994)

Felipe González salta a la palestra para ofrecer su socialista y divina opinión sobre la nueva forma de protesta denominada escrache. Evidentemente, está en contra. No voy a ocultar que, aún sin estar de acuerdo con él en muchísimos aspectos, siempre le he profesado un gran respeto a este expresidente de España, pero cada año que pasa creo descubrir una aborrecible faceta más de su personalidad oculta tras una máscara. Quizás los años y el poder le han ido convirtiendo en un burgués acomodado que se acerca más al hombre de negocios neoliberal que al obrero explotado que un día dijo representar. O quizás, he sido yo el que con la edad ha ido desarrollando ideas y planteamientos muy diferentes a los suyos. O un poco de ambos. Pero jamás pensé que González un día recurriría a la pueril y falaz demagogia para, introduciendo a niños de por medio, justificar su ataque a los escraches. Del mismo modo que se argumenta que un niño no tiene que aguantar presión en la puerta de su casa, se puede argumentar que los políticos, que son los que tienen el deber y la obligación de buscar la solución al drama de los desahucios, se han olvidado de que los que presionan son padres de niños que se han quedado sin hogar.

Y por eso, Felipe, hoy mi entrada carnavalera va dedicada a ti y a tu evolución (para bien o para mal, que cada uno opine) como político. No son pocas las coplas que te han dedicado en Cádiz, pero para esta entrada tan solo he dudado entre dos: una que en el año 2002 cantaron los "Vota P.I.S.H.A." de J.C. Aragón, y ésta que una chirigota con sabor añejo y música de El Nolly, letra de Paco Cárdenas y dirección de Manolín Gálvez, ganó un justo primer premio en 1994.