jueves, 7 de febrero de 2013

Pasodoble de "El que la lleva la entiende" (1992)

Anoche, cuchillos largos. Mañana, la Gran Final. ¿Gran? Bueno, dejémoslo en Final... En esto del Carnaval y del concurso, cada uno tiene su propia final en su cabeza, es decir, es una cuestión de gustos y la objetividad brilla por su ausencia. Cada uno valora a cada agrupación según su propio criterio y, como ya publiqué antes de que empezara el COAC 2013, mi criterio se suele guiar por la ALEGRÍA, LA VALENTÍA Y LA LIBERTAD. Pero soy una minoría absoluta.

He visto unas semifinales donde se ha aplaudido más a un pasodoble dedicado a un perro abandonado que una parodia ingeniosa, reivindicativa y de fina ironía de un cuarteto con aire clásico. He disfrutado mucho de la comparsa de Tino Tóvar, alegre y escrita con sencillez, pero con inmenso talento; de la chirigota de Los Recortaos, valientes y luchadores en estos días en los que tanta falta hace serlo; la comparsa de Bienvenido, donde la pena vuelve a brillar por su ausencia y que han tenido los dos cojones de cantarle directamente a Teófila sobre el tema de los sobres... al igual que Contigo Aprendí, cuyos pasodobles se pueden considerar hasta un reto intelectual. 

Sin embargo, estas agrupaciones no estarán en la final. En su lugar podréis disfrutar de un vulgar Rey Burlón y de un Antonio Martín que ha pasado cantándole un pasodoble a Sevilla, porque el Carnaval de Cádiz, de Cadi, Cadi, no está diseñado para atraer a la audiencia de la televisión andaluza.

Mención aparte y especial enhorabuena al Lupo, que con su musical viñero me ha conquistado, y al Selu, que año tras año sigue siendo rey del estilo que él mismo inventó y que huele y sabe a Carnaval desde la presentación hasta el popurrí. Y por supuesto no me quiero olvidar de Vera Luque, castigado año tras año a base de cajonazos y que volverá a disfrutar de otra final.

Y como reivindicación por un Carnaval libre de normas y de cobardes, de falsos ingenios y de letras explícitas sin contenido, cantaré este himno de Los Borrachos que nos enseña y demuestra como el Carnaval, en 20 años, no ha parado de sufrir una constante evolución y apertura hacia la mediocridad y la vulgaridad, características comunes de la sociedad española (que no gaditana).

2 comentarios: