CARNACOLABORACIÓN: ROMANCERO "JUAN CARLOS 1º POR TO MIS COMPAÑEROS"

Contribución de @durchi

Hola amigos. Hoy por fin me aventuro a colaborar con mi gran amigo Kosobar en este maravilloso blog de carnaval. Ante todo quisiera expresar mi más absoluto respeto a aquellos que han mamado el carnaval desde pequeños y saben de esto hasta el punto de soñar a ritmo del 3x4. Un servidor, sin embargo, no se puede considerar un entendido de esto del carnaval. Como mucho, un humilde aficionado. Desde mis tierras malagueñas el Carnaval de la Tacita de Plata se vive con pasión y con una sanísima envidia. ¿Por qué no seremos capaces de hacer algo con tantísimo arte aquí? Siempre respetando el Carnaval de Málaga, que me consta que sus participantes y autores se esfuerzan y esmeran año tras año por llevar algo de calidad y deleitar a su público. Pero de la misma manera que yo observo el Carnaval gaditano con la mente abierta, siempre desde el respeto a los que viven por y para ello, podemos encontrarnos a cientos de los ya conocidos ‘entendíos’ y a la vez ‘derrotistas (con malage)’  o reventaores. Esta tribu está extendida, cada vez más por desgracia, a lo largo y ancho de nuestra geografía, incluyendo a muchos de los que luego se golpean insistentemente el pecho alegando aquello de “yo soy de Cadi, Cadi”. Pero mucho más grave es cuando emerge un personaje de estos que, para más inri, es foráneo. Es que es, como diría el gran Manu Sánchez, para darle “babuchazo empapao en mierda” y mandarlo al mismísimo carajo. ¿Quién eres tú? ¿Quién soy yo para calificar a una agrupación que lleva 25 años concursando en el Falla como una ‘mierda’ y soltar perlas del estilo “ojalá pierdan, valiente mojón”? Debería caérseles la cara de vergüenza.

Pero qué podemos hacer con este Carnaval cada vez más internacionalizado y accesible, gracias entre otras cosas a los grandes avances tecnológicos. Las redes sociales tienen sus pros y sus contras, sus usuarios habituales bien los conocemos. Hoy día, cualquiera escucha tres comparsas de Juan Carlos Aragón y una de “Los Carapapa” y se pone a dar lecciones de poeta. Lo dicho, babuchazo, no hay otro camino.

Dicho esto, simplemente rogaría a todos, tanto aquellos que han vivido toda la vida de Puerta Tierra p’adentro, como aquellos que seguimos el Carnaval de la Tacita desde fuera, que aprendan a DISFRUTAR del Carnaval, que abandonen el fanatismo y el derrotismo del malo, y que si este año “tu comparsa favorita” no pasa a la final, no quieras echar por tierra el resto de agrupaciones del concurso. Al fin y al cabo, esto es Carnaval, fiesta pensada para disfrutar, no para matarse vivos.

En relación con esto, desde luego donde más se demuestra que la esencia del Carnaval es la alegría y el disfrutar es en el Carnaval Callejero. Sí, ese que se aleja de cánones, de cronómetros, de penalizaciones, de jurados vendidos y de normativas. En ese Carnaval estos reventaores no tienen cabida, afortunadamente. Y quisiera rematar mi entrada con una de las modalidades por excelencia del “Carnaval de la Calle”, que no es otra que el ROMANCERO. Esta modalidad es mucho menos popular de Puerta Tierra p’afuera y, sin embargo, de las más complicadas bajo mi punto de vista. Alguno de estos entendíos incluso habrá exclamado un “¿Lo qué?”. Porque ellos saben mucho de Carnaval, pero no los saques de Aragón y Martínez Ares. Bajo mi punto de vista, hay que tenerlos muy grandes y tener muchísimo arte para plantarte frente a un montón de personas con un mísero cartel, un palo y tu disfraz, y pegarte casi 15 minutos rimando y tirando de sátira de la buena hasta arrancar las carcajadas del personal. Personalmente me confieso un absoluto inculto de esta modalidad, pero he podido seguir gracias al dios YouTube varios vídeos de romanceros, y cada vez los disfruto más. Uno de los romanceros fijos año tras años es Álvaro Ballén (@moecarnavalero en Twitter). Un artista de los pies a la cabeza. Este es su romancero de este año. Espero que les guste. Saludos y a seguir disfrutando del Carnaval el resto del año, que esa es la filosofía de nosotros, los jartibles.